Llora
mi corazón solitario
Ahorcado
en un suspiro de amor;
Mi
alma sepulcral aurora
Regala
tortura, reavivando dolor.
No
deseo derramar lágrimas
Que
el viento terminará secando;
Me
pierdo en la espesura del recuerdo
Y
muero en la sonrisa de tus labios.
El
cielo es el perfume de la rosa;
El
tiempo de la vida, su arquitecto;
Terrible
tragedia onerosa
Con fantasmales espectros.
Me
enamoré de tus lágrimas de nardo
Y
de las hiedras perfumadas,
Hebras
de miel por el pálido ocaso,
Hasta
extinguir su roja llama.
El
hombre es sólo una roca
Que
el tiempo volverá polvo;
Hoy
el polvo está en tu boca
Y
mañana… se esfumará con un soplo.
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