Ya
no quiero más espinas
Pasé de tenerlo todo
A ser ruina desolada,
Por no tener acomodo
Dentro de aquella farsa.
No encuentro una explicación,
Ni un motivo, ni una causa,
Mi sol desapareció
Cuando menos lo esperaba.
Ahora en mi pecho yo siento
Hondas heridas de garras,
Que me llegan tan adentro
Que hacen protestar el alma.
Ello me crea un vacío
Más grande que una galaxia,
Mi corazón está frío
Tu aliento lo calentaba.
Al no estar ya junto a mí
Todo el calor que irradiabas,
Vio mi
alegría su fin
Y un horizonte sin nada.
A veces, quiero morir
Para olvidar que te amaba,
Ahora le toca sufrir
Al pájaro que cantaba.
Pues un día por guarecerse
Metió dentro de una zarza,
Clavándose las espinas
Que florecían en sus ramas.
Ya
no quiero más espinas,
Que después provocan lágrimas,
Ni a una diosa Proserpina
Que de noche, te apuñala.
No hay comentarios:
Publicar un comentario