Cuando
"Rima libre"
I
Cuando me voy a la cama
tapo
mi cuerpo;
Asomo sólo la cabeza, como lo hace el iceberg
para contemplar la inmensidad del mar;
Y es esa tranquilidad gélida,
la que sirve para fertilizar
los yermos sueños y nuestro amor.
II
Cuando paseo por el soto de la ribera
el otoño, se hace más latente si no estás tú;
Tus
recuerdos, son las hojas amarillas
que
se desprenden de los álamos
y
caen lentamente,
acunándose
en el aire,
como
se acunan las lágrimas de fuego
en
las negras pestañas de la noche.
III
Cuando las sombras yacen en la hierba risueña
la onda del tiempo esparce sus azuladas venas
donde
zozobra el cielo,
y en mi boca,
siento el vacío sepulcral de la indiferencia.
IV
Cuando la esperanza se busca en el bulevar,
el
pensamiento se consuela
con
el dolor solaz de las cenizas de estrellas,
convirtiendo
los espectros de los recuerdos juveniles
en
puertas de arraigados genios;
los
cuales, confunden las mariposas con
lunares
con libélulas, que hacen sus equilibrios
sobre los puntiagudos juncos del lago de la
melancolía.
V
Cuando por las noches siento frío,
busco tu cuerpo;
Pero
el vacío de tu ausencia es como una
esclusa
reteniendo
los embravecidos ríos del recuerdo.
Es
posible que un día se levante de golpe
y
queden anegados los tréboles y tus besos;
Pero
entonces, quizá, o posiblemente,
se
liberará mi espíritu;
y
el látigo del amor restalle
quedando sepultado por el lodo de la desesperación,
no
quedando otro remedio
que
el de volver a soñar como el iceberg,
cual
calavera flotando errante
en
un mar de privaciones.
VI
Cuando te regalan la botella con elixires de amor
no
hay que guardarla para otro momento;
Puede que la fuerza del viento la haga caer
y romperse en añicos;
Y por tanto, desperdiciar para siempre
lo
que pudo ser un gran momento.
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