lunes, 1 de junio de 2020

Ráfagas de tristeza


Ráfagas de tristeza

 

 

Azotaban ráfagas de tristeza

En el mar de la vida, hondo y frío;

Pero alguien tuvo la gentileza

De darme ayuda con su poderío.

Los golpes que dieron con mano abierta

Se transformaron en soplos de céfiros,

Zanjando así la inútil reyerta

En el palpitante corazón mío.

Puntiagudas y afiladas  son las flechas

Del tensado arco de Cupido,

Que en el corazón amante se insertan

Indicando el nuevo rumbo del destino.

El crepúsculo se cuaja de violetas

Y el amanecer con el oro va fundido;

De flores se esmaltan las praderas

Y los pájaros me avivan con sus trinos.

No estaba vacía la botella

Que creí apurar enfurecido,

Por no poder alcanzar la estrella

Cuyo fulgor cegaba mi camino.

Veo con claridad la fronda espesa,

Y el verdor de las acículas del pino,

Donde se acababa nuestra senda

Y el verderón tenía su confortable nido.

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