Por
mujeres como tú
Por
mujeres como tú,
La
gente se vuelve loca;
Y
yo hice sangre en los labios
Creyendo
mordía tu boca.
Esta
locura me embriaga,
Me
desorienta y destroza;
Al
ver tú rosa encarnada
Que
todos deseos provoca.
Pero
como a la chica de París,
Cuyo
nombre era Amadelón,
A
todos decía que sí
Para
decirles que no.
Con
suprema estupidez
He
de morderme los labios,
Sufriendo
los desagravios
Que
me haces mil y una vez.
Con
dinero caramelos,
Refrán
que siempre está en boga,
Pues
de oro es el becerro
Que
los paganos adoran.
Se
rompió la Ley Divina,
Se
ultrajan los mandamientos;
Ya
ante el dinero se inclinan
Los
más altos estamentos.
Más
yo no tengo la culpa
Que
me gusten las mujeres,
Agua que la fuente oculta
Brotando
todos placeres.
Dichoso
el que tubo harén
Y
a la mujer satisfizo;
Ellos
tenían el poder
Y
el poder, es el hechizo.
El
pájaro vuela libre
Y
yo soy poeta alado;
Hoy
mis versos vuelan libres
Por
su cielo enamorado.
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