Cuando la muerte llama
“Soneto"
Como un pez entre mis manos resbalas,
Deslizándote
suave sobre la edad mía,
Esperando
estoy a la muerte fría,
Donde
a los ricos y pobres igualas.
Hasta
el más alto muro ágil escalas,
Aunque
la tierna juventud de ti se fía,
Así
pasen cien años, o sólo un día,
Obviando
el aguijón que hay en sus alas.
Corta
será tu vida ¡oh dura suerte!
Contento,
sin puedes vivir mañana,
Sintiendo
los soplidos de la muerte.
¡Cuán
mísera vida, funesta y vana!
Postrer
del valle de la vida ardiente,
Cuando
toda mi sien ya está nevada.
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