jueves, 27 de julio de 2023

Mil maneras de morir

 

Mil maneras de morir

 


Podrá haber mil sitios para morir;

Pero sólo uno donde se morirá;

Se podrán tener mil amores;

Pero sólo uno te corresponderá.

Lo curioso, es que tanto el amor

Como el sitio donde  morir

No tienen la potestad de elegir;

Esa elección no es nuestra,

Salvo que se tenga un instinto suicida;

Pero en tal caso, nunca se puede elegir

La forma, el arma, o el elemento.

Todos están ahí, esperando,

Como la piedra espera en el precipicio,

La soga, el río, el mar, la cárcel o el frio cuchillo.

No se puede elegir la consistencia de la soga,

Ni su grosor, ni su longitud

Para poder alzar nuestra cruz.

Te podrás ahogar en la apacible playa,

En medio del océano embravecido,

O simplemente con una miga de pan,

Sólo el destino lo sabe,

Y aunque no se creyera en el destino

La certeza es que el destino

No tiene apegos ni sentimientos,

Él es quien decide el último segundo,

El último latido,

La última mirada,

El último rictus.

Hasta la nieve blanca y pura

Acaba derritiéndose por el sol abrasador;

Hasta la flor más bonita del jardín

Tiene los días contados,

Y nosotros, somos un número

Para saber el orden dentro del  gigantesco bombo estelar;

Pero al final, por mucho que nos queramos escabullir,

Nuestro número sale.

Por tanto, un número del infinito que se puede borrar,

Una inmundicia que se puede tirar,

Un recuerdo que se puede olvidar.

Somos unos caníbales

 

Somos unos caníbales

 


Somos unos caníbales,

Nos comemos todo lo que nade, corra, o vuele,

Con tal de que tenga un corazón.

¡Pobres cerdos!

¡Pobres pollos!

¡Pobres corderos!

¡Pobres…!

¡Engordar para morir!

¡Pobres toros!

Que después de ser mareados por un trapo rojo

Para diversión de los espectadores,

Se  acaba dándole la estocada,

 Para después, satisfacer nuestros instintos caníbales.

¿Y la cabra?  ¿Qué aliciente tiene el tirarla desde  el campanario? Sino para ver en qué estado queda.

Pero son fiestas. Y en fiestas, todo vale,

El  caso es que la gente se divierta pese a los males ajenos.

¡Qué mal nos hicieron!

¡Qué tiranos nos hicieron!

¡Qué torpes!

¡Qué cortos de miras!

Cuando se extingan los animales

Al igual que Saturno,

Nos comeremos a los niños,

Por el mero hecho de que son proteínas,

Y por último nuestros propios órganos.

Alguno dirá que exagero;

Pero es lo que veo por el camino que vamos.

Yo, en lo único puro que creo, es  el viento,

Pues tiene la facultad de  estar en  todas partes,

Y el único, que es capaz de guiar a las nubes

 Por los senderos del cielo.

 

 

jueves, 20 de julio de 2023

Después de tanto oír y oler

 

Después de tanto oír y oler

 


La edad, me hace cambiar,

Pisando donde ya está machacado;

Es verdad que  se ansían los senderos estrechos,

Aquellos que incluso te impedían el paso;

La intriga fue que supe dar la vuelta

Tras cientos de veces intentándolo;

Lo fácil, sería volver a un sendero oscuro

Arriesgándome al furor de la tormenta;

Ahora, esas tormentas las observo bajo techo,

Sin importar que caigan  chuzos de punta,

Porque estoy rodeado de recuerdos agradables,

Objetos decorativos que, hasta me sorprendo.

Fuera de mi cobijo, la savia  verde predomina,

La nube descansa. Pero en la lejanía,

 Siguen  rugiendo los formidables truenos.

En su diccionario, caben todos los horrores,

Todos los errores, todos los amores.

Me pongo triste. Al pensar que, posiblemente,

 Alguien tema a la tormenta y  asustada

Ponga los pies en lo alto de una silla,

O vuelva a la cama para protegerse

Tapándose  hasta la cabeza para aislarse.

 Las tormentas del alma también causa estos efectos.

En el exterior, el verde aún quiere más,

Adora esa clase de música atronadora,

Pues ella, es la precursora de la gentil  lluvia;

La lluvia  refresca y purifica el aire

Y luego, todo huele a tierra mojada,

Sabor agradable e inspiradora de deseos ocultos,

También prohibidos, porque alguien,

 Dijo una vez que era pecados mortales.

¡Curioso por ser alguien que tiene el poder de alzar la voz!

Muchos le hicieron caso y aceptaron dicha ley.

Pero el alma no entiende de leyes

Y se niega a perder su libertad.

El presente se forja  a base de recuerdos,

A veces, sombríos, a veces con intensa luz,

Siendo  esa luz, la que hace ver las cosas

 Que permanecen ocultas 

Tras el velo de los perjuicios divinos.

Los mortales, muchas veces nos achicamos

Ante la potestad divina;

Pero a veces, es capaz de revelarse

Y preguntar por qué ha de someterse

A alguien que ni siquiera ha visto.

¡Está bien seremos ángeles caídos,

Hombres con cara roja y cuernos afilados!

Pero tenemos la facultad de pensar,

Y la capacidad para tener un criterio  propio.

La edad, es sabia, sólo los niños obedecen

Y se dejan llevar de la mano,

Porque todavía carecen de conciencia.

Más la conciencia, se engrandece 

Conforme avanzan los años  haciéndose libre.

¡Qué digan lo que quieran!

¡Qué ladren como perros sedientos de sangre!

A estas alturas de la película,

Ya nadie puede decirme lo que debo hacer o decir,

Cuando la mentira se pasea por doquier.

Es ya tan habitual, que te hacen confundir el día con la noche.

Nada de lo que se dijo ayer tiene sentido hoy,

Porque son los mismos perros con distintos collares.

¡Pero bueno, créeles para así facilitarles

Que sigan incrementando su capital a costa de los ingenuos!

¡Qué no, que todo se hace con un fin materialista!

¡Ya sé que no me has oído!

Quizás porque tus orejas son pequeñas todavía,

Y tu nariz, no tiene el fino olfato del sabueso.

Por curioso que pueda parecer, las orejas y la nariz,

 Son los únicos miembros que siguen creciendo.

Yo antes era chato, y las orejas las tenía pequeñas;

Pero después de tanto tiempo de   oír y oler,

Han crecido tanto que no me las reconozco.

Por tal motivo, que no me vengan a dar lecciones

Alguien que no me iguale o supere en edad.

 

sábado, 15 de julio de 2023

Si retrocedo en el tiempo

 

Si retrocedo en el tiempo

 


Existe una palabra que me hace retroceder en el tiempo.

Esa palabra es “amigo”

¡Cuántos me dijeron ser mis amigos!

Por el mero hecho de compartir un juego,

Un pasatiempos, una ilusión, un proyecto…

El tiempo pasó,

Pese a que los deseos o sueños,

Aún están en fase de construcción;

Y al no cumplirse,

La palabra amigo  cayó en desuso.

Seguro que de haberse cumplido,

Más de alguno habría venido a recordar nuestros juegos

Con el objetivo de compartir o reclamar sus sueños.

Los amigos pues, sólo se arriman si triunfas,

Mientras tanto, predomina el desapego;

Pues lo que interesa,

La fuerza que atrae como un imán al hierro

Es el triunfo de una vida exitosa,

De lo contrario, son capaces hasta de negar el saludo.

Estoy en la certeza

De que mi único amigo es mi yo interior;

Y por tal motivo, de lo único que me puedo fiar.

La gente se anima cuando ven factible poder conseguir algo,

De lo contrario, y en el mejor de los casos,

Sólo serás un esqueleto andante

Que da repelús tu mera presencia.

¡Pero bueno, la vida es así y hay que aceptarla!

Quizá, el triunfo es saber que aún respiras y te late el corazón

Pues  cada latido hermoso te glorifica,

Cada belleza que descubres te enaltece,

Y aunque no consigas que se acerque a ti,

Al menos descubres que hay otros corazones palpitantes,

Que respiran el mismo aire que tú,

Que estamos guarecidos por la misma cúpula celeste

Que vemos el mismo horizonte,

Que descubrimos el mismo amanecer.

Unos podrán moverse por el mundo

Con lujosos y distinguidos carros,

Otros, lo hacemos caminando,

O corriendo con bicicleta.

La cuestión, es saber a dónde se pretende llegar.

Probablemente alguno aún ni siquiera lo sabe

Debido a la gran carga que sujetan sus hombros,

Otros, nos conformamos con soñar algo bonito

Y luego tener la facultad de recordar lo soñado;

Al menos de este singular modo,

Un tercio de la vida se vuelve más liviana y exitosa,

Pues al despertar no se producen cargas,

En cambio, las cargas, si te pueden impedir el sueño.

¡No se puede tener todo!

Pero hay gente que ambicionan todo,

Aún y a pesar de comprobar diariamente

Que, ese todo, es la losa misteriosa

Que le acabará aplastando.

 

 

 

domingo, 9 de julio de 2023

Mi experiencia en Las Rías Baixas

 

Mi experiencia en Las

Rías Baixas


 

Atravesé seis provincias

Para ir a las Rías Baixas,

Impresionando mi vista

Y fascinando mi alma.

Las casas de pescadores

Que a veces el mar ahogaba,

Ahora son grandes mansiones

Mirando a la costa atlántica.

Sobre todo por la costa

Parecen de cuentos de hadas,

Donde veranean dijeron

La flor y nata de España.

Sí, había muchos monumentos

Todos con historias largas,

Más me quedo con la foto

De que pobres no son nada.

En el puerto de A Coruña

Vive el fundador de “Zara”

Ese gran gallego ilustre

Por la fortuna amasada.

 


¡Qué no me vengan con cuentos

Que es  una tierra embrujada,

Llena de terribles meigas

Y de la Santa Campaña!

Ya no son afiladores

De tijeras y navajas,

Son dueños de las bateas

Y bodegas de gran fama.

Mucha gente va a Santiago,

Con mochilas en la espalda,

Y luego en la plaza largos

Fotografían su fachada.

Comer allí no es barato,

Como tampoco es la estancia,

Son muy secos en el trato

Y no te dan importancia.

Luego como buen gallegos

No sabrás si suben  o bajan;

Pero déjales los cuartos

Para que tengan a mansalva.

¿No decían que era de todos

  Ríos, montañas y playas?

Yo en Galicia no la encuentro

Si algo de playa  tocaba.

Me despedí de Galicia

Con la mente muy cambiada,

Será toda una delicia;

¡Pero para vivir… mí casa!

Dejé sus cielos nublados

Y sus costumbres extrañas,

Y me volví hasta mi pueblo

De la España vaciada.

Y si veo a un afilador

Que con su zampoña llama,

Pensaré que es desterrado

Sin motivos y sin causas.

No creo que vuelva  Galicia

En las mismas condiciones:

"Ver cómo viven los ricos

En sus lujosas mansiones."