sábado, 26 de diciembre de 2020

Mujer extraordinaria

 

Mujer extraordinaria

 


No quiero que la llama de  tu amor

Sea una llama que el agua apague;

Sino que sea gasolina su combustión

Para que fácilmente se propague.

No quiero que tu pasión me dé la espalda

Y en mi pecho se incrusten sus cristales,

Para que mi sangre brote en la campiña

Y conviertan en frío acero sus puñales.

Quiero un trigal de goces perpetuos

Con una  mujer de iluminada mente,

Que refleje su carácter en los espejos

Y entre nuestras oriyas levante  un puente.

No quiero que me digas lo contrario

De lo que en realidad de mí estás pensando;

Y si como tú, soy  especial o extraordinario,

Demuéstralo para que no esté preguntando.

 

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