Yo
soy su capitán
Negra tiniebla me envuelve,
Tan honda que es insondable;
Soy dueño de mi presente
Mi alma es inconquistable.
Enormes garras de halcón
Un día me hirieron la espalda,
Golpes del destino traidor,
Navego en embravecido mar
Que fustiga con ira, rencor y saña;
Pero más allá de la oscuridad
Queda el resplandor del alma.
Pese a la oscuridad de este planeta
Dios nos ilumina con benéfico sol,
Y sus rayos despejan las tinieblas
Que engendra nuestro corazón.
Soy capitán del barco de mi vida,
Navegando por rompientes de cristal,
Mi brújula está siendo dirigida;
Pero al fin y al cabo, yo soy su capitán.
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