Mi
romancero
Entre todos libros míos
Hay uno que es romancero;
En él guardé un rosal
Creyendo que al final,
Bien guardado y con esmero
Se me haría colosal.
Es un libro que escribí
Justo al renacer el día;
Lo hice inspirado en ti,
Casi, casi, fuiste mía;
Me faltó otra poesía
Y el sueño no conseguí.
Era un poema a la muerte
Más yo deseaba vivir;
Y tanto tenté a la suerte,
Que moría por tenerte;
Y al ver el día resurgir
Quedé como el hielo, inerte.
El rosal se marchitó
Con el paso de los años;
Surgiendo los desengaños;
Ahora quedan las espinas
Como únicas inquilinas
Viviendo en mi corazón.
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