miércoles, 18 de marzo de 2020

Abismos de amor


Abismos de amor

El amor,  es como el océano inmenso;

A veces, se muestra  tranquilo y placentero,

Con suaves brisas de dulce virtud;

Pero cuando  sus olas se agitan por los vientos

  Muestra su fiereza y su ingratitud.

Me propongo con estrofa seria y fría

Sin elucubraciones alteradas,

Mostrar sus olas de espuma y cristal,

Soy  río vivo, mostrando algarabía

Aunque sé que llegará el penoso  día

En que mi polvo desembocará en el mar.

El hombre vive en su oscura caverna

Echando raíces en su huerto pequeño;

Con un soplo prolongado de tristeza;

Mientras que el azulado e inmenso  mar

Decapita todos nuestros sueños

Sumergiéndonos en sus abismos y oscuridad.

El hombre se siente  un ser imperfecto

Al no poder atisbar  con su ciencia

Los vertiginosos abismos humanos,

Ni tampoco  la profundidad de su corazón;

Más sí lo hace la mentirosa conciencia

En las impenetrables simas del amor.

¿Quién puede entender este milagro

Cuando la muerte  llega a los ochenta años?

Me queda  por andar mucho camino

Y clavarme muchos aguijones de venganza,

Admirables zambullidas con máquinas

En el incansable vientre del destino.

Bandadas de palomas torcaces

Heridas por las lanzas de la luna,

Llegan hasta sus fauces  formidables;

Tragándose los sueños de  blanca espuma

Con colmillos  cual afilados sables.

Formando el más irónico contraste,

El océano salvaje y el dulce amor;

El hombre es un mar sin sal

Hermoso alcatraz volando en derredor

De un enigmático y sombrío puerto;

Protegido por su semicircular espigón.
 

Mientras el Azulado océano  de cristal,

Se adentra en el íntimo remordimiento,

Desconociendo tu destino y  amor secreto;

Tempestades que humedecen mis ojos,

Amoratados de tanto llorar;

Pero por más lágrimas que derramemos,

Nunca equivaldrán a las salobres lágrimas

Que contiene una sola ola del mar.

 

 

 

 

 

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