jueves, 29 de noviembre de 2018

El Alzamiento del 2 de Mayo de 1.808



El Alzamiento del 2 de Mayo 1.808


 

 

¡Madrileños! ¡Patriotas!

¡Alzaros al invasor!
Que sembrando está el dolor
Con el tronar de sus botas.
Pisando están nuestra tierra
Pese a nuestra oposición,
Y delira la Nación
Por el rostro de la guerra.
 
Napoleón es muy tuno,
Consigo trae metralla,
Para provocar batalla
Y matarnos uno a uno.
 
Dice de ir a Portugal,
Pero el español bien sabe,
Que en España está la llave
Y ve claro su final.
Quiere usurpar la corona
Para su hermano José,
Menospreciando la fe
Que cada español pregona.

 
Ya rugen todos cañones,
Silban las crueles balas,
Las cosas se ponen malas
Por esquivar las razones.
España se ve invadida
Por las centurias gabachas,
Y sufren las avalanchas
De la horda aguerrida.
 
Más está en Madrid Rogelio,
Valiente donde los haya,
Que ante injusticia no calla
Viendo el trágico sepelio.
Cuando el pueblo soberano
Es ofendido en su honor,
Pronto emerge su valor

Y defenderá a su hermano.
Este negro  dos de Mayo
Se remanga los dos brazos,
Su furia da ramalazos
Agitándose sin desmayo.

 
Atronaban los cañones
Y las balas por doquier,
Tremebundo es el dosier
Que impregna todos rincones.
El pueblo está sublevado
Rogelio, capitanea
Su navaja tintinea,
En su puño enarbolado.
Más eran tantos soldados
Que pronto los envolvieron,
Y a su pesar se rindieron
Y llevaron maniatados.


 
Fue una lucha desigual
Y en nombre de Bonaparte,
Un oficial comandante
Dictó pena capital.
Si has de matarme dispara
Ya te descubro mi pecho,
Que caeré en el barbecho
De esta España que me ampara.
España de hombres curtida,
España, la piel de toro.
Cantan ángeles acoro
Y Dios le da su acogida. 
Antes de silbar la bala

Abrió sus brazos Rogelio,
Y gritando ¡Viva España!
Sin duda alcanzó el cielo.
Sintió una viva llama
Penetrar dentro del pecho,
Mientras el suelo temblaba
Al desplomarse Rogelio.
Murió éste mártir hombre
Más no perdió su batalla,
Pues cerca estaba otro hombre,
Francisco, pintor de cámara.

Y aquella tosca expresión
Mezcla de impotencia y rabia,
Lo encerró en su corazón
Para después dibujarla.
Fue tan fuerte su amargura
Y profundo el sentimiento,
Que plasmado en su pintura
Cabalgará sobre el tiempo.
***


 

 



 

 

 

Dulce estación


Dulce estación

 

En el verde follaje de los trigos

Gozando las dulzuras del descanso,

Me siento flotar en un paraíso

Arrullado por el trino de los pájaros.
 

Esplendida estación con noble brío,

Con frugíferas nubes circundando,

Hallando del planeta el señorío

Con éxtasis de amor y un sol violáceo.
 

 

 
 

 

 

 
 
 

 

 

martes, 27 de noviembre de 2018

Cual ave peregrina


Cual ave peregrina

 

No temas si es que te han dicho
Que algún daño he de causar,
Pues yo, soy un pajarillo
Que canta, y luego..., se va.

Mi corazón está triste,
Tan triste, que hace llorar,
Porque tú, te resististe
A ofrecerme  tú amistad.
 

Y eso es cuanto te pedía,
¿Qué es una gota en el mar?
Más yo me complacería
Pues la ansiaba de verdad.

Ya me voy de tu vida

y por la puerta de atrás,
Con este sentir amargo
De no verte nunca más.
 

Pues soy ave peregrina
Que donde la tratan mal,
Ya nunca jamás se arrima
Para volver a cantar.

La noche ya se está echando
La luna empieza a brillar,
Y se refleja en el lago
De mi profundo pesar,

Y con su embrujo me absorbe
Hasta lograr transportar,
A un horizonte que esconde
Un sueño y otro fanal,

 

 

 

 
 

 

lunes, 26 de noviembre de 2018

Luz y nieve


Luz y nieve

Luz y nieve son tus ojos,

Haz de perlas  tú mirar,

Y tu semblante armonioso

Cual jilguero al despertar.

Cetro de diamante y oro,

Te tengo en un pedestal,

Si algún día me enamoro

De alguien como tú será.
***
 
 

 

 
 

 

 

 

 

 

 

domingo, 25 de noviembre de 2018

En las puertas del cielo


En las puertas del cielo

_¿Por qué estáis  todos tan tristes?

¿Por qué las lágrimas os ciegan?

¿Por qué no está con vosotros

También mi hermana en la mesa?

--No preguntes hijo mío

Por tu hermana la pequeña,

Está sumida en un sueño

Del que nadie se despierta.
 

Porque aunque está, se ha ido

A vivir en Gloria Eterna,

A jugar con angelitos

En la más lejana estrella.
 

_Le hablé y no ha contestado,

¡Cuán profunda es hoy su siesta!

Sus ojos no han parpadeado

Y tiene la cara yerta.

__Tan linda como una flor

Tan blanca como una perla,

Por eso cuando nació

Puse por nombre Azucena.

¡Qué poco disfruté yo

De la dicha de tenerla,

La muerte vino a traición

Y se apoderó de ella!

Contra ella se restregó

Con sus manos polvorientas,

Y el polvo la intoxicó

Con sus fiebres  virulentas.

Nadie ha podido salvarla

Ni doctores, ni la ciencia,

Dicen que ésta aún le falta

Por descubrir cosas nuevas.

Y yo embriagado de cólera

Digo que la muerte es vieja,

Que convive con nosotros

Y ya al nacer se nos pega.

Vuela con negro crespón

Como mariposa negra,

Presagio de maldición

Que el diablo trajera.

 ¡Qué ilusión ella tenía

Al saber algunas letras!

¡Y qué incansable escribía

En su flamante libreta!

Llegó la atrevida hora

La última que a todos llega,

La que muy pocos añoran

Y el resto nadie desea. 

¿Por qué llegó ya su hora

 Esta flor tan tempranera?

¿Por qué no le llegó a otros

Que son peores que fieras?

¿Por qué los buenos se van?

¿Por qué los malos se quedan?

Por ellos lloran las flores

Y se estremecen las piedras.


¡Cuánta prisa en ti se dieron

Hija de mis entretelas!

No siendo correspondida

De vivir la vida entera.

Esta es la ley de los dioses

Que es superior a la nuestra,

Por más berrinches que tomes

Nadie ha de oír tus protestas,

Si esto es justo es que no hay Dios

Si lo hay, no se da cuenta,

Suplico con devoción

me sea a mi niña devuelta,

En el cielo habrá algarabía

Se oirán violines de orquestas,

y aquí nos deja la ruina

que es vivir sin su presencia.

Hoy yo vivo sin vivir

Las palabras se me enredan,

Porque solo pienso en ti

Luz de mi vida, Azucena.

Destino cruel que heriste

Con rápida y mortal flecha,

Parándole el corazón

A mi angelical pequeña.
¡Qué hora más desgraciada!

¡Qué hora  tan tiste y negra!

¡Se entrecortan mis palabras

Y el aliento se me enreda.

¡Qué hondo pesar el mío!

¡Qué sufrimiento y qué pena!

¡Que para alcanzar el cielo

Halla que hundirse en la tierra!

Cual alimaña voraz

Siempre con la boca abierta,

Para intentar atrapar

A las niñas indefensas.

Ese ser que nos absorbe

Con tanto ímpetu y fuerza

Y las nubes lo presagian

Con cúmulos de tormenta.

Una tormenta sin agua;

Pero de rayos violenta,

Se me ha llevado a mi niña

Que era mi mayor riqueza.

La que me daba la dicha,

Sin ninguna recompensa,

Y ahora extasiada de ira

Deseo cortarme las venas,

Para irme al más allá

para juntarme con ella.

Por más claro que sea el día

Yo veo oscuridad perpetua,

Porque el crisol de mi vida

Se apagó a la vez que ella.

Esto es una maldición

Que a la bondad se revela,

Contra esto no hay perdón

Ni escusa para tal condena.

Parte a emprender otra vida

Más superior y más bella,

¡Ya están las puertas del cielo

Para mi pequeña abiertas!