sábado, 20 de agosto de 2022

Últimamente

 

Últimamente



Últimamente he viajado mucho;

he visto muchos  y bellos monumentos,

Espectaculares montañas,

Verdes valles impregnados de frescor.

He percibido el canto sonoro de las cascadas

Que como hebras de platino caían  a mis pies.

He probado el dulzor del cielo,

Sin embargo, hay algo que siempre eché en falta

Tú presencia, bañada esta 

Con la gracia de tu altiva majestad;

Esa que hace enloquecer a los ángeles

Convirtiéndose en la luz que proyectas.

Mi único consuelo, 

El que de verdad me avivaba,

Era ver alguna estrella deambulando

Por las calles atestadas y sin horizonte.

El problema, es que esa estrella

No indicaba el norte, ni tampoco el sur,

Porque en definitiva

Esa estrella no eras tú.

Pues estabas a cientos de kilómetros,

 Por no decir a miles de nubes de distancia.

¡Te eché de menos!

Los ricos placeres que puede  ofrecer la comida,

O el éxtasis  que se experimenta al observar

Un monumento pétreo y silente,

Hacía sentir una nada en mi boca,

Que para lo único que servían

Era para abultar mi estómago,

Que, a su vez,

Me hacía estar  más pesado e incómodo.

He llegado a la conclusión que da  igual donde se esté,

Si en el fondo, eres un huérfano

 Desprovisto de tu alma gemela,

La que engendra los  verdaderos afectos.

Así te  vayas a la Conchinchina,

Y estés rodeado por las mismas flores del Edén;

Todo quedará en una simple anécdota;

Pues el único equipaje que se necesita

Para ser feliz es el AMOR.

 

 

 

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