lunes, 15 de agosto de 2022

Predator

 

“Predator”

 

Hay gente a la que les sonríe la vida,

Les basta con mirar al cielo

Para que una lluvia dulce caiga sobre sus cabezas.

La tierra la pueden conquistar tan sólo con alargar la mano;

Yo, sin embargo, pertenezco al grupo

 Que se encuentra descarriado en el caos de su propio destino;

Por no tener, no tengo ni nación.

¡Sí! nací en un lugar determinado y ello,

Debería bastar para tener una patria;

Pero esa patria,  alquimia de la imaginación,

Se forja en los peciolos del corazón

Y hace convertir el oro en  gris y tóxico plomo.

El plomo es repelente, y pesado, 

Y de tanto  convivir con él

Acabas siendo plomo, sin valor alguno.

Pobres suicidas que no encuentran solución

Para hermanarse con el resto privilegiado.

Mientras, la patria, mira impasible,

Cerrando sus puertas;

La codicia es más fuerte que el apretamiento de las manos;

El espíritu humano vaga por galaxias remotas,

Mientras que por dinero o petróleo,

Te llevan al holocausto,

Y ya, con el cuello medio roto,

Te revuelcas en el fango ardiente del infierno.

Todos los días saludo al mundo

Al igual que saluda el idiota

 Que sólo sabe pasear por calles estrechas

Y sin oportunidades;

El sol entonces, es atrapado por la mansión palaciega,

La del lujo inextinguible,

La que con uno sólo de sus pestañeos

 hace derretir la mantequilla para después desvanecerse.

Entonces, huyes para no ser atrapado

Por su mano lujuriosa,

Ante el temor de ser comido o convertido en jabón.

Por eso, lo primero que  aprende un hombre como yo,

 Es a correr, zigzagueando,

Para evitar su manoseo o su burla,

Convirtiendo al sol en su pelota de juguete

Que si te da te aplasta.

No es fácil escribir la palabra amor

En alguien que nunca encontró amor,

Como es difícil oír la musiquilla de la luz;

Para los desarraigados  que viven en la oscuridad,

El mundo se ha convertido en una computadora

Que te señala con el dedo y te interroga,

Siendo carne de cañón

Al que derriban como un árbol viejo para luego hacer leña.

¡Jódete! Como se jode tu estrella sin luz;

Quisiera vengarme; Pero soy tan débil

Que no puedo hacer más que conformarme con el llanto

Y la nula ayuda de la humanidad.

Trato de razonar;

Pero la razón es antagónica

Con “El Predator”

Mis ojos están cansados

El dolor se hace más fuerte,

Quizá, esto, sea sólo una más de mis muchas pesadillas;

Y mañana, con la  mente limpia,

Ponga  fin a estas aventuras

Que se enmarañan con garfios de acero a mi mente

Y pueda disfrutar al lado de mis amigos y familia.

¿Qué...? ¿Dónde...? ¿Cómo...? ¿Cuándo...?

Preguntan los ecos del silencio.

 

 

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