sábado, 20 de agosto de 2022

Mi pequeño egoísmo

 

Mi pequeño egoísmo

A causa de mi pequeño egoísmo;

Quise descubrir que había detrás

De aquella puerta entreabierta

Y lo hice apresuradamente,

Sin pedir ningún permiso;

Sin medir las inmediatas consecuencias.

¡Lo siento! No quería causar dolor alguno.

No puedo retroceder en el tiempo

Y lo hecho, hecho está;

Pero llegado a este punto crítico,

Veo desproporcionado el castigo infringido,

A fin de cuentas, nada toqué,

Todo lo dejé igual que estaba;

Lo único que alteré, fue tú ánimo

Quizá provocado por un día borrascoso. 

Me siento con el deber de pedir perdón

Aunque hora, cuando nos cruzamos en el camino

No saludas, como si de repente

 Me hubiese convertido en el hombre invisible

Navegando por la rizada ola;

Sin saber contra qué acantilado habré de chocar

O si por el contrario,

Habré de Alcanzar una playa

Donde las esfinges tornan vida,

Y alguna en especial quizá pregunte

A modo de reproche:

¿Por qué no insististe más si tanto lo deseabas?

Reconozco que a veces soy un cretino;

Pero a pesar de ello,

Ya tengo golpeadas las dos mejillas

Y el sonrojo se me ve a la legua.

Dicen que detrás de la tempestad

Llega la ansiada calma;

Y cuando esta calma llegue,

Sólo ansío que esta vez

Seas tú, la que sin pedir permiso

Se decida entrar en mi corazón.

 

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