lunes, 6 de septiembre de 2021

Se cerró el círculo "Rima libre"


Se  cerró el círculo

"Rima libre"



Se cerró el círculo, y ahora, toca volver a empezar;

A fortalecer los  vínculos bien de amor o de amistad.

Una vez que ya ha pasado, decimos que ha pasado rápido,

Y ahora, perezoso el cuerpo, ve la distancia lejana;

Para reencontrar esos momentos de ensueño

 que te hacen desconectar del trajín y la rutina,

que cada cual lleva y que comúnmente llamamos vida.


“Las altas cumbres del Foratata, estaban peladas,

Mostrando su esqueleto granítico,

Desafiando a los destellos del sol,

Y el río, nacido en su oscuro vientre,

formaban cascadas de "Aguas limpias"

porque el corazón de la piedra la purifica y bombea.

Sus sonidos se expandían por la floresta

Y el bosque parecía encantado.

Mariposas de colores se posaban sobre las flores y el barro

 Mientras los pájaros de colores de dulce canto

 Embellecían las ramas; Y sus silbos,

 Se mezclaban con el tronar del río.

En esos momentos, deseas tocarlo todo,

E incluso te gustaría poder abrazar a la ingesta montaña

Para sentirla latir en tu pecho.

Las águilas reales dominaban las cumbres

Quizá empapándose de su bello espectáculo.

 Abajo, los hombres, parecemos hormigas aturdidas,

Sin saber bien qué senda escoger para luego seguir

Rumiando sus placeres infinitos.

Aunque teme perderse en ese laberinto vegetal,

Cuyas raíces añosas afloran por encima de la tierra,

El mismo suelo de piedra agreste las sustentan,

A veces, retorciéndose, asomando para poder respirar.

Árboles centenarios que a nadie le dice como se llaman

Y a nadie prohíbe recoger sus agradables frutos.

Las lagartijas, corretean de forma errática,

Y los caracoles amarillos, lamen el sudor del boj.

Mientras el rosal silvestre, pugna con la zarzamora

Para ver quién es la que más se eleva entre el musgo;

La zarza extiende sus tentáculos,

 agarrándose con sus garfios a la pared seca

e intentando atrapar todo su calor.

El sauco, muestra su abanico tricolor de vayas

Y las setas, se agarran al tronco de los álamos

 como si fueran apéndices…

¡Pero ya se ha cerrado el círculo!

Ahora, todo quedará por un tiempo olvidado,

Posiblemente, pronto hará acto de presencia la nieve

Y el tapiz verde, se cubrirá prontamente con manto de armiño.

Las temperaturas descenderán y los hombres,

Volverán a su confortables hogares,

Donde las inclemencias del tiempo no pasan factura.

Mientras todos los tesoros de la montaña y el bosque,

Quedarán cerrados con candados de olvido.

¡Pero qué le vamos a hacer! ¡Se cerró el círculo!

Y ya no tienes más opciones que seguir las huellas

Que dejaste el año anterior.

Quizá esas huellas, cada vez se hagan más profundas,

Quizás caigas en los abismos de algunas de ellas,

Pues somos sabedores de que así es la vida,

Girar  por las  turbulencias de ese gran remolino

Hasta que definitivamente, seamos succionados

Por su misma fuerza gravitatoria,

Para convertirnos en vapor y entremos a formar parte

De ese maravilloso cúmulo nimbo,

Que da origen a la tormenta,  precipitando su agua

sobre la misma montaña que intentamos abrazar,

para sentir en nuestro pecho su latente corazón."


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