martes, 21 de septiembre de 2021

De aspecto frívolo "Rima libre"

 

De aspecto frívolo

 


No la conocía, más mi primera impresión

Fue juzgarla por su aspecto frívolo;

No tenía ningún derecho. Fui injusto.

A fin de cuentas, ella era una persona con sentimientos,

Aunque dichos  sentimientos

Los cubría con la larga capa de su aspecto.

Quizá otros pensaron lo mismo que yo:

“Que era una buscona que intentaba reírse del mundo”

Ignorando que el mundo lo hizo antes con ella.

Buscó la salida; pero la puerta que encontró

La llevó a lo subterráneo, carente de toda luz.

¿Eres tú la luz? Si eres, ¡dásela!

De lo contrario, ¡déjala en paz!

No le eches más tierra encima.

Las lombrices, en un momento u otro encuentran la luz 

Y ella, algún día la encontrará.

Aunque cabe la posibilidad, que la luz del sol

Acabe deshidratándola y por tanto, matándola.

La vida tiene estas paradojas

Que son las sombras de las cavernas la que te mantienen vivo

Y cuando afloran los sentimientos, te destruyen.

Cada cual debe seguir su camino

Aunque intuya que va contra corriente,

Pues es posible que sean los otros los equivocados.

A cien millones de moscas, puede atraerles la porquería;

Sí, son muchas, ¡pero con muy mal gusto!

La mayoría no siempre tiene razón

Ni están en posesión de la verdad;

Al contrario, se mueven por inercia

Para demostrar que están vivos,

Aunque su espíritu esté muerto

Y el baúl de sus emociones, vacío.

El viento a veces, azota la cara y curte,

El sol broncea la piel; pero por mucho tiempo, tuesta.

Todo tiene sus inconvenientes, nada es idílico,

Salvo los sueños; pero al despertar, te decepcionas...

¡Sólo era un sueño fruto de las fantasías del alma!

Mas son fantasías que te hacen volar sin tener alas,

O navegar por autopistas marinas

Con un barco que no tiene velas ni motor alguno.

Todo se consigue en sueños

Hasta el amor con sus locas orgías.

Quizá debamos conformarnos con ellas

Pues el sueño goza de libertad y te hace rey.

La realidad frustra, y sólo las lágrimas

Son conscientes de ese  espectro que forjamos de hábito,

 Y que vulgarmente llamamos vida.

La próxima  vez que te vea de frente te sonreiré;

Y si me preguntas por qué,

Te diré que yo, soy exactamente igual que tú:

Una lombriz que en su caverna

Se retuerce para descubrir la luz.

 

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