Su
más emotivo adiós
Propuse hacerle un poema,
Y corriendo dijo no.
¡Qué ironía, y qué pena!
Pues sin querer me humilló.
Su rostro se torno serio,
Tan serio, que contagió,
Pues no tendría el privilegio
De abrirle mi corazón.
Ya no insistí con el tema,
Ella, tampoco insistió,
Quizá creyó un anatema,
O creyó fuese un farol.
Mas un día, muy sonriente
Me prestó mucha atención,
Quizá llevaba en la mente
Que yo era un escritor.
Sinceramente ahora pienso
Que del no, se arrepintió,
Que prefería unos versos
A vivir con mal humor.
Ya no volví a ver sus ojos,
Su empresa la despidió,
¿Fue su última sonrisa
Su más emotivo adiós?
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