Recuerdo su piel de
seda,
sus ojos transmitían
alegría,
y sus labios flotaban
en un nimbo
La quise olvidar…;
pero no pude,
y sumido en la tristeza me veía.
¿Cómo olvidarme de
aquel cuerpo
esculpido por el dios
de la armonía?
De flor en flor cual mariposa
volé para encontrar la rosa mística.
Fue el viento quien se la llevó volando
con alas grises de melancolía.
La flor de la ilusión brotó de nuevo
e iluminó mi corazón como aquel día,
en que dieciocho caballos desbocados
descubrieron tu luz y fantasía.
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