sábado, 31 de mayo de 2025

Volando como una bruja

 Volando como una bruja



¡Por favor muchacha!

¡No tengas la cara dura

de preguntar que hago aquí!

tal si yo fuera una ortiga

que necesite permiso para vivir.

Vas dando botes

como si fueras una cabra

ignorando que estás ahora en mi jardín.

Ignoro que brebajes has tomado

para que tu semblante no pare de reír;

Más pareces una bruja encima de un palo

que volando  te lleva hasta el confín.

Espero muchacha que esto pronto se te pase

y devuelvas lo que llegaste a ingerir

es un coctel de mentiras falaces

Y la vida...  créeme muchacha,

¡Que no es así!

jueves, 29 de mayo de 2025

Lagrimas del Creador

Canción


"Lágrimas del Creador"



Apoyado en su balcón astral

Dios vio la Tierra.

Y desde él pudo comprobar

todas miserias.

Y el universo

 se iluminó,

con cada lágrima

que Dios vertió.

Hoy cada estrella que ves brillar

es una lágrima,

que derramó nuestro Creador

por nuestra causa.

Y muchas de ellas

fue por palabras,

que se dijeron

 sin importancia;

Pero que hirieron 

de muerte el alma.

Al resurgir el amanecer

veo tu cara,

con los primeros rayos de luz

tras las montañas,

Y pienso entonces

que Dios nos ama,

 que su deseo es olvidarlas,

Ser como estrella

que fugaz pasa,

rasgando el cielo

con doradas lágrimas.

miércoles, 28 de mayo de 2025

Era una tarde lluviosa

Canción flamenca

"Era  una tarde lluviosa"




Era una tarde lluviosa

y salí para verte,

no había ni un alma en la plaza

y decidí ir a la fuente.

Me bajé por la avenida

y hasta el parque yo llegué,

con la ilusión renacida

 de verte y no te encontré.

La fuente seguía seca

al igual que en la niñez,

en que mi boca sedienta

te pidió a ti de beber.

Mi vida es la del gorrión

que fue a la fuente a beber,

y allí, tan sólo encontró

un cruel atardecer.

¡Ay Qué mala suerte!

¡Qué mala suerte!

¡Pero qué... mala suerte!

¡Que  se quedó sin agua

para mí tu fuente! 

Mas rodando, rodando,

por esta vida,

te vi un día paseando

por la avenida.

Pero tú, de mí entonces

no te acordabas,

de que yo era aquel joven

que tanto amaba.

Pasaste a mi lado

dando la espalda,

impregnando de espinas

toda mi  alma.

¡Ay Qué mala suerte!

¡Qué mala suerte!

¡Pero qué... mala suerte!

¡Que  se quedó sin agua

para mi tu fuente!