La
calle del desengaño
Hace bastante tiempo dejé atrás la infancia,
Con ella, esparcí las semillas de mi
inocencia;
Pero llegada la hora de la cosecha
La vida sólo ofreció desengaños a
paladas.
Mi orgullo se yergue como montaña
en el valle,
Son los otros los que se equivocan
a diario,
Pero se tragan sus disculpas
Como si fuesen mosquitos del
pantano.
La vida continua,
Sin saber quien tendrá la última palabra
O quien dará su humillante bofetada
En la calle del desengaño.
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