domingo, 15 de septiembre de 2013

Aurora. La diosa del amanecer


Recuerdo su piel de seda,

sus ojos transmitían alegría,

y sus labios flotaban en un nimbo

que sublimes orquestaban melodías.

 

La quise olvidar…; pero no pude,

y  sumido en la tristeza me veía.

¿Cómo olvidarme de aquel cuerpo

esculpido por el dios de la armonía?




De flor en flor cual mariposa
 
volé para encontrar la rosa mística.
 
Fue el viento quien se la llevó volando
 
con alas grises de melancolía.



 
La flor  de la ilusión brotó de nuevo
 
e iluminó mi corazón como aquel día,
 
en que dieciocho caballos desbocados
 
descubrieron tu luz y fantasía.